Y&T: La Banda de Hard Rock Más Grande que Nunca Llegó a Ser Famosa

Y&T: La Banda de Hard Rock Más Grande que Nunca Llegó a Ser Famosa

Y&T, los titanes del hard rock de San Francisco, son un enigma en la historia del género. Para la mayoría de los iniciados, su nombre evoca álbumes fundamentales como Earthshaker y Black Tiger, y temas inmortales como "Rescue Me" y "Summertime Girls". Sin embargo, su reputación como una potencia salvaje en directo nunca se tradujo en las ventas masivas que sí cosecharon sus contemporáneos y teloneros. Esta es la crónica de una banda destinada a la cima, que siempre se quedó a un paso de la gloria.

El Grito de Guerra en la Bahía

Formados a principios de los años 70 como Yesterday & Today (un nombre pronto abreviado por los fans a Y&T), la banda se forjó en la escena cruda y sudorosa de Los Ángeles. En clubes como el legendario Starwood, el cuarteto liderado por el guitarrista y vocalista Dave Meniketti ofrecía conciertos de una potencia inaudita, convirtiéndose en una referencia.

Meniketti recuerda con humor cómo su prestigio se cimentó entre futuros gigantes: “Muchas bandas que se hicieron famosas nos vieron en el Starwood y después querían estar entre bastidores. Lo escuchamos tantas veces que perdí la cuenta: ‘Nos hicimos un nombre viéndolos a ustedes’”. De hecho, tanto Van Halen como unos novatos Mötley Crüe abrieron conciertos para Y&T en sus inicios, un hecho que habla del estatus que poseían.

De la Crítica a la Leyenda del Rock

Tras sus dos primeros álbumes con London Records, Y&T redefinieron su sonido y su carrera con la trilogía esencial de los 80:

  • Earthshaker (1981): Un golpe de efecto comercial y contundente, con joyas como el himno conmovedor "Rescue Me" y la épica de siete minutos "I Believe In You", que mostraban la destreza vocal y guitarrera de Meniketti.

  • Black Tiger (1982): Grabado en la bucólica campiña de Surrey, el disco capturó la energía de sus legendarios shows en Europa.

Fue la fuerza de sus directos lo que los llevó a ser teloneros de AC/DC en la gira de For Those About To Rock. Fue allí donde se forjó otra anécdota legendaria: el vocalista Bon Scott prefería la compañía de los miembros de Y&T que la de sus propios compañeros de banda, uniéndose al joven cuarteto en sus "fiestas" y salidas con groupies.

Más Fiesteros que Mötley Crüe y el Rechazo a Ozzy

La fama de "fiesteros por excelencia" de Mötley Crüe fue puesta en entredicho cuando giraron con Y&T. Meniketti sonríe al recordar que el mánager de los Crüe tuvo que intervenir, quejándose de que el baterista Leonard Haze y el bajista Phil Kennemore estaban siendo una "mala influencia" para sus protegidos. La competencia rock 'n' roll era feroz, incluyendo el famoso incidente del cigarrillo apagado de Nikki Sixx en el brazo de Kennemore, respondido con pescado en descomposición en los micrófonos.

A pesar de su éxito en el underground y en Europa, la falta de ventas en EE. UU. persistió. Este bache no impidió que Ozzy Osbourne le ofreciera a Meniketti un puesto en su banda: "En Dublín, vino al backstage con Sharon... y delante de toda mi banda, Ozzy se arrodilló y me dijo: 'David, ¿te importaría unirte a mi banda?'". Meniketti, con lealtad a sus compañeros, declinó la oferta.

El Desafío de la Fama y la Lenta Desmotivación

La banda intentó alcanzar el mainstream con el hit "Summertime Girls" (1985), que se convirtió en una de las canciones más solicitadas en EE. UU. Pero los intentos del sello A&M por forzar un éxito masivo chocaron contra la inminente llegada del grunge. Su álbum Contagious (1987) fue opacado por lanzamientos sísmicos como Appetite For Destruction de Guns N' Roses. La "longevidad jugaba en su contra", y la motivación comenzó a desvanecerse.

El Legado de la Reunión y el Nuevo Capítulo

La carrera original de Y&T terminó en 1990. Pero, a diferencia de muchos grupos de reunión, Y&T resurgió con una fuerza renovada a partir de 2003. Con Meniketti al frente, y la base rítmica de Phil Kennemore y Leonard Haze (hasta que el destino los separó), la banda demostró que el "espíritu y la calidad de las encarnaciones originales" seguían intactos. Sus conciertos de más de dos horas, abiertos a las peticiones del público, son una celebración de su extenso y profundo repertorio.

Y&T es la quintaesencia de la banda más grande que nunca llegó a ser famosa. Su historia es una lección de autenticidad en el hard rock, demostrando que, incluso sin los discos de platino, un catálogo de canciones brillantes, una vida salvaje y una devoción inquebrantable a sus fans son más que suficientes para forjar un legado inmortal.